Seguridad al navegar con Wi Fi

 

La expansión en el uso de redes inalámbricas deja al descubierto agujeros que pueden derivar en la captura de datos bancarios y datos personales. Las vulnerabilidades que ofrecen la mayoría de los puntos públicos de acceso Wi Fi instalados tanto en la Ciudad de México como en las principales ciudades del mundo pueden permitir, desde la intercepción de correos electrónicos hasta el robo de datos instalados en el disco duro de cualquier portátil o maquina de escritorio.

 

Dada la facilidad con la que pueden ser configuradas y puestas a funcionar, las laptops presentan un diseño que en muchos casos, mantiene una estructura operativa abierta a futuras modificaciones. Y es esta característica la que, precisamente, permite a cualquier intruso poner en práctica tácticas y elementos diseñados para cumplir con una meta malintencionada.

 

La rápida expansión del Wi Fi ocurre a destiempo de la toma de conciencia por parte de los usuarios, que se lanzan a utilizar el recurso sin antes adoptar medidas que permitan mantener a salvo la información que se envía o recibe por internet.

 

La seguridad en el caso del Wi Fi, para variar es reactiva. O sea, los usuarios siempre toman medidas de protección una vez ocurrido el ataque. En la mayoría de los casos, el usuario se contenta con tener acceso a internet en su notebook o Palm, pero desconoce que si no toma las previsiones necesarias puede sufrir el seguimiento en la navegación o una intromisión en la actividad de la PC. Muchos de los que instalan puntos de acceso WiFi rara vez toman en cuenta que están abriendo la red a otras personas. Y esto, en combinación con las pocas precauciones que toman los usuarios finales del recurso, culmina por incentivar la acción mal intencionado de otros usuarios. El caso más común es el “robo” de la señal Wi Fi, esto ocurre cuando no tenemos encriptados nuestras señales de Wi Fi y alguien próximo a nosotros, comúnmente un vecino hace uso del servicio consumiendo todo el ancho de banda haciendo que la transferencia de datos sea lenta o nula.

 

Los cibernautas desconocen que deben apelar a redes encriptados y evitar las transacciones online desde sitios que no ofrecen todas las garantías de seguridad.

 

 

 

Peligros de Wi Fi

La ausencia de una configuración correcta en los puntos de acceso a internet inalámbrica puede derivar directamente en el control de la actividad de cualquier portátil por parte de un extraño.

 

Actualmente, y por poner un ejemplo, la mayoría de los Access Points que funcionan en sitios públicos carecen de utilidades de encriptación capaces de asegurar la navegación.

 

Los aparatos cada vez vienen más abiertos y los dispositivos que dan conexión por lo general no tienen bien configurados los puertos de acceso. Con relación a los peligros más comunes que enfrentan los usuarios del Wi Fi, son los puntos de acceso que simulan pertenecer a una determinada empresa o lugar cuando en realidad se trata de redes desarrolladas únicamente para robar datos calificados.

 

Con este artilugio, el atacante busca que la gente se conecte para luego proceder a interceptar la correspondencia y robar información vinculada, por ejemplo, a tarjetas de crédito.

 

Colocar este tipo de red falsa sobre una verdadera perteneciente a hoteles o bares públicos no resulta demasiado complicado, y de ahí la necesidad de extremar los cuidados respecto de la información que se envía a través de la web.

 

 

 

Recomendaciones para el uso de Wi Fi

Entre las medidas para asegurar los puntos de acceso inalámbrico, el protocolo más usado es el WEP” (Wired Equivalent Privacy), un sistema de cifrado que permite resguardar la información que se transmite.

 

Si bien no se trata de un recurso infalible, es recomendable configurar correctamente esta herramienta como una primera medida de protección. La siguiente opción a tener en cuenta es el protocolo WPA (Wi Fi Protected Access), una aplicación para protección de redes Wi Fi que surgió a modo de mejora del sistema WEP.

 

Obviamente, la efectividad de estas utilidades sólo cobra valor si se combina con el accionar concienzudo de los usuarios finales de la tecnología sin cables. Contar con un antivirus, un firewall actualizado, hoy puede complicar un poco más la realización de algunos ataques.

 

Ahora los ataques buscan robar datos como usuario y contraseña para posteriores delitos económicos y para eludir eso hay que saber a qué red uno se está conectando y los detalles de ésta. Entre las medidas a tener en cuenta figuran desde obviar el chequeo y envío de emails, hasta evitar introducir números y códigos de tarjetas de crédito o efectuar cualquier tipo de transacción online.

 

Otro recurso a tener en cuenta es tratar de orientar la navegación a sitios seguros, como los ostentados por algunas instituciones bancarias. A fin de asegurar las consultas que pueden hacerse por internet, los bancos incluyen un artilugio de encriptación que resulta fácil de visualizar en la barra de navegación.

 

Así, y en lugar de incluir el tradicional “http”, los sitios de estas empresas operan con la inscripción “https”, la cual expresa que el usuario acaba de ingresar a un espacio seguro dentro del portal. Es mediante esta utilidad que la mayoría de los bancos buscan hoy promover un uso protegido de aplicaciones de Home Banking. Y también resulta conveniente hacer uso de los servicios de seguridad que ofrecen algunos bancos para acceder a ellos. Estos programas tienden a revisar que la la información se encuentre encriptado y que no haya un keylogger funcionando que capture lo que escribimos así como las pantallas de los lugares a que estamos accediendo. Usualmente, ningún sitio es 100 % seguro.

 

Evitar sufrir las consecuencias de cualquier variedad de ataque cibernético depende más de la actitud del cibernauta durante la navegación que de la puesta en funcionamiento de una determinada herramienta de seguridad.

 

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